Formando liderazgos íntegros para un estado que inspire confianza

En Academia Honorum preparamos a candidatas y candidatos a cargos públicos con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para ejercer sus funciones con excelencia, transparencia y responsabilidad, reconstruyendo con esto la confianza pública que el país necesita.

Nos guía un sello distintivo, basado en:

• Ética pública
• Vocación de servicio
• Honestidad
• Transparencia
• Integridad
• Confianza
• Prolijidad en la gestión

Nuestra inspiración

En la antigua Roma, el cursus honorum era un camino de mérito y servicio: antes de alcanzar la máxima autoridad, todo ciudadano debía demostrar su capacidad en cargos previos, aprendiendo a servir para poder gobernar.

En la China imperial, la tradición confuciana aportó un principio esencial: el talento y la virtud podían encontrarse en cualquier persona, sin importar su origen. Los exámenes imperiales abrían oportunidades a quienes demostraran ética, conocimiento y compromiso con el bien común.

La Academia Honorum nace uniendo lo mejor de ambas tradiciones: la progresión y la experiencia romanas, con la meritocracia inclusiva del sistema confuciano.

Nuestra razón de ser

En Chile, los requisitos legales para acceder a cargos de elección popular, desde concejales a senadores, los requisitos mínimos son mínimos haber curso la enseñanza medio o su equivalente, en el caso del presidente de la República, la constitución política no indica requisitos de enseñanza mínima (fuente Servel).

Esto significa que no se exige preparación técnica ni ética previa para asumir funciones que afectan directamente la vida de millones de personas. Si bien esta apertura garantiza la inclusión democrática, también deja un vacío en la idoneidad de quienes ejercen el poder.

La Academia Honorum surge para llenar ese vacío. Nuestro propósito es ofrecer un camino abierto a toda persona con vocación de servicio público, pero riguroso en exigencia ética y en los aspectos técnicos básicos. Así, no solo fortalecemos las capacidades individuales, sino que elevamos el estándar de lo que la ciudadanía puede esperar de sus autoridades.